Estamos en Enero del 2013 y lo hemos conseguido, hemos sobrevivido al fin del mundo. Y podremos contarles a nuestros nietos nuestras grandes hazañas:
- ¡He sacado un diez en matemáticas, abuela!
- Eso no es nada, yo sobreviví al fin del mundo
-¡Ala! y ¿cómo pasó?
- Corría el invierno del 2012, el 21 de Diciembre. Era el día previsto según los mayas. Y entonces ocurrió. Nada. Yo estaba en mi casa y no pasó nada. Fue increíble, no sabes lo que es la vida hasta que llega el fin del mundo y no ocurre nada. Recuerdo como luchábamos por sentarnos en el sofá a ver la tele y caminábamos tranquilos por la calle. No estoy segura, pero creo que después de mover el pie izquierdo... movíamos el derecho. Eso sí que fue pasarlo mal y que nadie te engañe.
- ¡Es increíble!
Hemos sobrevivido, al igual que sobrevivimos cuando llegamos al óvulo, somos héroes y jamás nos lo podrán arrebatar.
Mariel, veterana de las catástrofes
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