miércoles, 29 de agosto de 2012

Sueño

Te despertarás en la cama, a su lado. Él te dará un beso de buenos días y te traerá el desayuno. Pasaréis la mañana juntos en casa, hasta que ya por la tarde, decida darte la sorpresa que te tiene preparada. Te vendará los ojos y bajaréis a la calle, a esperar vuestro taxi. Tú, divertida y emocionada, no dejarás de preguntarle dónde te va a llevar. Él, ilusionado, sabe que su sorpresa te encantará. Veinte minutos más tarde, bajaréis del taxi y, todavía con la venda en los ojos, empezaréis a andar calle abajo. Poco a poco, dejaréis de oír el ruido de la ciudad y comenzaréis a escuchar los sonidos del campo. Al cabo de diez minutos, por fin él se parará y te quitará la venda. Ante ti, aparecerá un pequeño pero precioso lago, iluminado por el brillante sol de verano. Te sentirás feliz, pensando que aquel es el lugar más hermoso que has visto en la vida. Los dos os acomodaréis en una de las rocas que rodean el lago, y tú le darás un largo beso. Entonces, él comenzará  a decirte que te quiere, que tú eres lo mejor que le ha pasado nunca y que quiere estar contigo para siempre… Exactamente eso mismo que tú sientes por él, pero que nunca te has atrevido a decirle a la cara. En ese instante, te sentirás tan especial por tenerle, pensando que todo es perfecto… Y te darás cuenta de que su sorpresa era regalarte el momento más romántico del mundo; y lo ha conseguido. Sin darte cuenta, te echarás a llorar, y juntos, os fundiréis en un abrazo… Le acariciarás, sintiendo cada pliegue de su piel bajo tus manos, cada curva de su cuerpo; y poco a poco os entregaréis el uno al otro, como si no hubiera mañana; sintiendo que estáis hechos el uno para el otro; sintiendo que vuestra historia de amor es la más bonita que se puede contar; sintiendo que le quieres más que a nada en el mundo…


Patricia

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